Salir del pánico moviendo el muñeco un pelín
Hoy. Algo que muchos seres oscuros de ahí fuera nos enchufan y que nos hacen comer a grandes bocados.
Y eso que, para un muñecopeuta, es más una piedra en el camino que otra cosa.
No sé si tu estarás haciendo sesiones de muñecos mediante realidad virtual o realidad aumentada. Eso no lo sé.
Lo que sí sé es lo que la tecnología nos lastra a clientes y muñecopeutas.
Y no me refiero a vender sesiones de muñecos online. Nada de eso.
Vender sesiones online. Y hacerlas online. En directo. Va muy bien. Y es hasta rentable y cómodo.
Hacer fotos de en qué posición están los muñecos en momentos concretos y coquetos, o al final de la sesión es brutal también.
Para aprender. Y para ver lo que antes no veías.
Ahora.
Qué pasa cuando no sabes cómo simplificar el pago de tus sesiones con muñecos. Qué pasa cuando te quedas congelado o pierdes la conexión en una sesión por videoconferencia. Qué pasa cuándo le suena el móvil al cliente. O a tí. Qué pasa cuando estás más pendiente del whatsapp que de la sesión. Qué pasa cuándo estás más pendiente de la grabación que de la sesión. Qué pasa cuando un muñeco se sale del plano de la cámara.
Qué pasa.
Qué.
Pues que muchos entran en pánico.
¿Qué va a pensar mi cliente (que encima me está pagando) por esta sesión con muñecos?
Te desconectas de tu cliente. De la sesión.
Y está bien.
Y debe pasar.
En una sesión que haces en una sala privada.
Te puede interrumpir alguien que llama a la puerta.
La lluvia tan fuerte que cae de repente.
Recordar que hoy vienen a traerte la lavadora espacial.
Una emoción que acabo de recordar profundamente.
Un muñeco que está demasiado girado (y necesito moverlo un pelín).
Por experiencia te puedo decir que un muñecopeuta será un muy buen muñecopeuta por su capacidad de hacer volver a tu cliente (y a él mismo) a la sesión.
Y eso es un arte.
Eso se entrena.
Y a ese arte le ayuda tener muñecos que recuerdan algún momento concreto (y coqueto) de la sesión.
Es una forma muy fácil de volver a la sesión.
De reconectar.
De avanzar.
Y de sacar algo más de jugo (y juego) a ese momento cliente-muñecopeuta.
Arturo Ramos
PD: El de hoy te puede parecer un email baladí. Insulso. Una pérdida de tiempo. Y de vida. Ahora. Presta atención a estos detalles. Si no los controlas, perderás más tiempo de vida.
Muñecos para traer “de un golpe” a un cliente (y a un muñecopeuta) de nuevo a la sesión, arriba, en el Market.